miércoles, 4 de mayo de 2011

Salvador Dalí


Eugenio Salvador Dalí fue un pintor español que nació en Figueres, provincia de Girona, el 11 de mayo de 1904. Se crió en una familia burguesa del Ampurdán donde, su padre Salvador Dalí Cusí, era notario de profesión.

A los diez años ya dibujaba y pintaba con mucha regularidad, sobre todo retratos de miembros de su familia y paisajes. Parece que ya en 1916 había conocido el Impresionismo y el Divisionismo a través de la colección de poesía del pintor Ramón Pichot (ambas familias, los Dalí y los Pichot, mantenían fuertes lazos de amistad).

Como si se tratara de un juego, Dalí ha explorado todas las corrientes de moda: impresionismo, puntillismo, futurismo, cubismo y neocubismo o fauvismo rindiendo homenaje, con gran maestría, a grandes pintores como Picasso o Matisse. Sin embargo, él niega esta influencia.

Eugenio Salvador Dalí siempre dijo que su pintura no es otra cosa que "fotografías a color, pintadas a mano, de imágenes superfinas y extrapictóricas de la irracionalidad concreta". Todo un genio de la pintura al que se le ha dedicado todo un año (2004) para profundizar más en su obra, sus recuerdos y su figura en el ámbito de la pintura surrealista.


Surrealismo: el estilo de Dalí


El surrealismo surgió del movimiento llamado Dadá y empieza a darse a conocer en 1924 en París. Allí, el escritor francés André Breton publica el Primer Manifiesto del Surrealismo y define el nuevo movimiento como "automatismo psíquico puro a través del cual nos proponemos expresar, ya sea verbalmente o por escrito, o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento".

Cuando surgió era un movimiento de y para escritores, pero de inmediato se extendió a la pintura y la escultura. Pronto se distinguieron dos modos de hacer arte surrealista. De una parte, los pintores que seguían defendiendo el automatismo como mecanismo libre de la intervención de la razón; entre los más destacados están Joan Miró y André Masson. De otra, cada vez adquirió más fuerza la opinión de quienes creían que la figuración naturalista podía ser un recurso igual de válido. Sin duda, Salvador Dalí llevaría al límite el poder rupturista de la figuración, pero también cabría mencionar a René Magritte, Paul Delvaux o Yves Tanguy, éste último más interesado en las formas viscosas, líquidas.

El arte surrealista investigó nuevas técnicas, como el frottage, la decalcomanía, el grattage, el cadáver exquisito o la pintura automática. También se interesó el surrealismo por la expresión de colectivos a los que apenas se había prestado atención en el pasado. Como consecuencia del surrealismo y la abstracción, la pintura contemporánea norteamericana lideró a partir de 1945 el arte mundial.

Salvador Dalí se asoció en 1930, pero después sería relegado por la mayoría de los artistas surrealistas, acusado de estar más interesado en la comercialización de su arte que en las ideas del movimiento. A pesar de ello, durante cierto tiempo fue el artista más renombrado del grupo. Su obra personal constituye una de las muestras más representativas del surrealismo.

La pintura surrealista es muy variada en contenidos y técnicas. Dalí, por ejemplo, transcribe sus sueños de una manera más o menos fotográfica, inspirándose en la primera etapa de la pintura de De Chirico.


Algunas de sus obras más famosas


A continuación un listado de las obras más conocidas de Dalí y su ubicación.


  • Naturaleza Muerta (1924, colección particular, Madrid)

  • Retrato de su hermana (1925, colección particular)

  • Retrato de su padre (1925, Museo de Arte Moderno, Barcelona). El respetable notario de Figueras, en toda su dignidad, situado por Dalí ante su paisaje preferido.

  • Cesta de pan (1926, Florida). Un ejemplo notable de la manera en que Dalí consigue conferir una dimensión épica a los elementos cotidianos. Las imágenes del pan ocupan un lugar considerable en la obra de Dalí.

  • El gran masturbador (1929, colección particular). Testimonio del primer encuentro con Gala y del estado en que dejó a Dalí, es decir, entre lo blando y lo duro.

  • Senicitas (1928, Centro de Arte Reina Sofia de Madrid)

  • Retrato de Paul Éluard (1929, colección particular). Cuando Dalí comienza este retrato, Gala todavía es esposa de Paul Éluard. Cuando lo termina ya no lo es.

  • Persistencia de la memoria (1931, Museum of Modern Art, Nueva York). Los famosos relojes blandos, nacidos del sueño de un camenbert derritiéndose.

  • La jirafa ardiente (1935)

  • Presagio de la guerra civil (1936). Los cajones se abren también sobre los resabios de una cocina horrible: la guerra.

  • Canibalismo otoñal (1936)

  • Evocación de Lenin (1937)

  • Metamorfosis de Narciso (1937, Tate Gallery, Londres). Dalí mostró este lienzo a Sigmund Freíd en su único encuentro, en Londres en julio de 1938, para probarle que era uno de sus mejores discípulos.

  • La madona de Porlligat (1945, Universidad de Winsconsin)

  • Equilibrio interactivo de una pluma de cisne (1946, colección particular)

  • Las tentaciones de San Antonio (1947). Dalí se esfuerza por abandonar la tierra para alcanzar las esferas celestes. Esta dimensión intermediaria entre el cielo y la tierra está figurada por sus elefantes "de patas arácneas".

  • Leda atómica (1949, Museo Dalí, Figueras). Dalí continua la saga terrestre de la pareja Salvador-Gala llamándolo "el lienzo clave de nuestra vida"









Héctor Gerardo Villa Ardila

Comunicaciones de Radio Frecuencia (CRF)

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