miércoles, 4 de mayo de 2011

La Pintura Rupestre




Se conoce como arte rupestre a los rastros de actividad humana o imágenes que han sido grabadas o pintadas sobre superficies rocosas.

En su paso por el mundo, el hombre ha dejado plasmadas en cuevas, piedras y paredes rocosas, innumerables representaciones de animales, plantas u objetos; escenas de la vida cotidiana, signos y figuraciones geométricas, etc., obras consideradas entre las más antiguas manifestaciones de su destreza y pensamiento. Antes del desarrollo de la escritura, las sociedades humanas posiblemente registraban ya, mediante la pintura y el grabado en roca, una gran parte de sus vivencias, pensamientos y creencias.

Expresadas de una manera muy sintética, estas manifestaciones son el reflejo de la capacidad intelectual de la humanidad para abstraer y representar su realidad.



Su denominación como "arte" no significa que se trate de objetos artísticos en los términos y con las finalidades con que hoy los entendemos desde nuestra cultura occidental. ésta es sólo una más de las formas como se ha intentado definir su significado. Lo "rupestre" hace referencia al soporte en que se encuentra (del latín rupe: roca). Quizás sea más indicado el término manifestaciones rupestres, pues la palabra "arte" implica darle un sentido que no necesariamente coincide con el que le dieron sus ejecutores.

Se trata de una de las manifestaciones artísticas más antiguas de las que se tiene constancia, ya que, al menos, existen testimonios datados hasta los 40.000 años de antigüedad, es decir, durante la última glaciación. Por otra parte, aunque la pintura rupestre es esencialmente una expresión espiritual primitiva, ésta se puede ubicar en casi todas las épocas de la historia del ser humano y en todos los continentes exceptuando la Antártida. Las más antiguas manifestaciones y las de mayor relevancia se encuentran en España y Francia. Se corresponden con el periodo de transición del Paleolítico al Neolítico. Del primero de los periodos citados son las extraordinarias pinturas de la Cueva de Altamira, situadas en Santillana del Mar, Cantabria (España).


Temática, colores y técnicas sobresalientes



En las pinturas rupestres del Paleolítico se simbolizan animales y líneas. En el Neolítico se representaban animales, seres humanos, el medio ambiente y manos, representando además el comportamiento habitual de las colectividades y su interacción con las criaturas del entorno y sus deidades. Entre las principales figuras presentes en estos grafos encontramos imágenes de bisontes, caballos, mamuts, ciervos y renos, aunque las marcas de manos también ocupan un porcentaje importante. Frecuentemente se muestran animales heridos con flechas. Los motivos y los materiales con que fueron elaboradas las distintas pinturas rupestres son muy similares entre sí, a pesar de los miles de kilómetros de distancia y miles de años en el tiempo. Todos los grupos humanos que dependían de la caza y recolección de frutos efectuaron este tipo de trabajo pictórico.

En la pintura rupestre generalmente se usaban uno o dos colores, incluyendo algunos negros, rojos, amarillos y ocres. Los colores también llamados pigmentos eran de origen vegetal como el carbón vegetal, de fluidos y desechos corporales como las heces, compuestos minerales como la hematita, la arcilla y el óxido de manganeso, mezclados con un aglutinante orgánico resina o grasa.

Las cuevas se ubican totalmente bajo el suelo y en consecuencia se hallan en una oscuridad casi completa. Se cree que los antiguos artistas se auxiliaban con unas pequeñas lámparas de piedra llenas de grasa animal.

Los colores se untaban directamente con los dedos, aunque también se podía escupir la pintura sobre la roca, o se soplaban con una caña hueca finas líneas de pintura. En ocasiones los pigmentos en polvo se restregaban directamente en la pared y asimismo se los podía mezclar con algún aglutinante y aplicar con cañas o con pinceles rudimentarios. Como lápices se usaban ramas quemadas y bolas de colorante mineral aglutinadas con resina. A veces se aprovechaban desniveles y hendiduras de la pared para dar la sensación de volumen y realismo.

A menudo las siluetas animales se marcaban o raspaban para generar incisiones y así producir un contorno realista y notorio en la roca.

La edad de las pinturas permanece en muchos sitios arqueológicos como un gran interrogante, ya que los métodos para determinarla, como el del Carbono-14, pueden fácilmente llevar a resultados erróneos por la contaminación del material evaluado, y también porque las cavernas y superficies rocosas presentan protuberancias en las que se alojan residuos de suciedad provenientes de diversas épocas. Para determinar la fecha de su creación se recurre a técnicas más convencionales como fechar imágenes por el tema representado. Por ejemplo el reno dibujado en la gruta española de las Cueva de las Monedas, cuyo origen estimado corresponde a la última glaciación. Los yacimientos de pinturas rupestres se dan con mayor frecuencia entre Francia y España, porque en estas zonas el hombre encontró un lugar más propicio para sobrevivir a los cambios ambientales y al crecimiento demográfico.


Características


La pintura rupestre suele aparecer en el interior de cuevas que, por los restos hallados, parecen no haber sido utilizadas para otro fin. Es decir, una especie de santuarios o lugares solo usados para pintar, de ahí que se defienda su carácter de pintura con fines mágico-religiosos. El tema representado es la fauna de la época, fauna existente en la zona previamente a las glaciaciones, como bisontes, caballos, ciervos y renos. Nunca aparece la figura humana, con la excepción de algunas siluetas de manos. Es una pintura naturalista porque trata de representar las figuras con un dibujo fiel y una policromía adecuada (negros, rojos, ocres...); con frecuencia se aprovechan los abombamientos de las paredes rocosas para pintar en ellos y dotar de relieve a las figuras, que aparecen yuxtapuestas, una al lado de otras, incluso encima de otras, sin formar escenas.


Teorías e interpretaciones

Henri Breuil interpretó las pinturas como magia para la cacería, destinada a aumentar el número de animales.

Una teoría alternativa, desarrollada por David Lewis-Williams y en base a los estudios etnográficos de las sociedades actuales de cazadores-recolectores, es que las pinturas fueron hechas por los chamanes del Paleolítico. El chamán se retiraba a la oscuridad de las cuevas, entraba en un estado de trance y luego pintaba las imágenes de sus visiones, tal vez con alguna noción de extraer energía de las paredes de la cueva ellos mismos.

R. Dale Guthrie ha estudiado no sólo las pinturas más artísticas y publicitadas, sino también una variedad de arte y figuras de baja calidad, e identificó una amplia gama de habilidades y edades entre los artistas. También señala que los principales temas en las pinturas y otros artefactos (bestias poderosas, las escenas del riesgo de la caza y la representación de las mujeres en las figuras de Venus), son de esperarse en las fantasías de los varones adolescentes, quienes conformaron una gran parte de la población humana en ese momento. Sin embargo, el análisis de las impresiones de manos en las cuevas francesas y españolas, Dean Snow, de la Universidad Estatal de Pensilvania ha propuesto que una parte de ellos, incluidos aquellos de los caballos manchados de Pech Merle, fueron hechos por manos de mujeres.



Héctor Gerardo Villa Ardila

Comunicaciones de Radio Frecuencias (CRF)

La Falsificación en el Arte


Las falsificaciones de cuadros son tan viejas como la pintura. Desde los comienzos, los grandes maestros contaban con la preferencia de coleccionistas, por lo que eran falsificados masivamente. El falsificador moderno más importante fue Hans Van Meegeren, quien logró engañar a la crítica contemporánea.

Las obras de arte falsificadas existen desde el mismo momento en que surge el arte. Ya en la antigua Roma, podían adquirirse cuencos de plata egipcios, fabricados por falsificadores fenicios. Lo mismo ocurrió con obras de arte de algunos maestros del Renacimiento italiano, pero mientras éstos vivían. Incluso los propios maestros encargaban a sus alumnos, la confección de cuadros que luego firmaban.

Si bien, la prensa da mucho destaque a la noticias de cuadros falsificados, es muy raro encontrar falsificaciones convincentes. Por lo general, las copias son detectadas por los expertos, pero los compradores caen en las redes de los falsificadores, por no consultarlos.

Una falsificación es una obra de arte ejecutada con la intención de engañar, hacerla pasar por obra de otro autor. Una copia no necesariamente es una falsificación, lo que importa es la intencionalidad.

La "Cena de Emmaus" de Hans Van Meegeren, imitando el estilo de Vermeer, es la más lograda falsificación del principal falsificador de nuestro tiempo.




Han van Meegeren



Henricus Antonius van Meegeren, más conocido como Han van Meegeren fue un pintor y retratista holandés, y es considerado como uno de los más ingeniosos falsificadores de arte del siglo XX.

Cuando era niño desarrolló un gran entusiasmo por los maravillosos colores usados por los pintores de la Edad de Oro Holandesa y más tarde se propuso llegar a ser un artista. Cuando los críticos de arte despreciaron su trabajo, Van Meegeren sintió que su carrera había sido destruida. Por lo tanto, decidió demostrar su talento a los críticos falsificando pinturas de algunos de los más famosos artistas del mundo, entre ellos Frans Hals, Pieter de Hooch, Gerard ter Borch y Johannes Vermeer. Replicó tan bien los estilos y colores de los artistas copiados que los mejores expertos y críticos de arte de la época consideraron sus pinturas como genuinas y a algunas de exquisita factura. Su falsificación más exitosa fue Los discípulos de Emaús, creada en 1937 mientras vivía en el sur de Francia. Esta pintura fue aclamada por algunos de los más importantes expertos de arte como la mejor obra de Vermeer que habían visto.

Durante la Segunda Guerra Mundial, los holandeses adinerados, esperando prevenir una venta total del arte holandés a Adolf Hitler y al Partido Nazi, compraron vorazmente las falsificaciones de Van Meeregen. Sin embargo, un "Vermeer" falsificado terminó en posesión del Mariscal del Reich Hermann Göring. Después de la guerra la falsificación en manos de Göring fue descubierta y Han van Meeregen fue arrestado el 29 de mayo de 1945 como colaborador de los nazis, porque pensaron que les había vendido propiedad cultural holandesa. Estos crímenes amenazaban con un largo tiempo en prisión así que el asustado Van Meeregen confesó su falsificación. El 12 de noviembre de 1947 fue condenado por falsificación y fraude y fue sentenciado a un año de prisión, los cuales nunca cumplió, porque antes de ser encarcelado sufrió un ataque cardíaco y murió el 30 de diciembre de 1947. Se estima que Van Meeregen engañó a vendedores por varios millones de dólares.


Inventando la "falsificación perfecta"


En 1932 Van Meegeren y su segunda esposa se mudan a la villa de Roquebrune-Cap-Martin. Ahí se propone definir los procedimientos técnicos y químicos necesarios para crear sus falsificaciones perfectas. Compra lienzos auténticos del siglo XVII y mezcla sus pinturas con materiales crudos (como lapislázuli, albayalde, añil y cinabrio) usando antiguas fórmulas para asegurar su autenticidad. Además usó pinceles de pelo de tejón, similares a los que se sabía que usaba Vermeer y ciertos productos químicos para que sus pinturas parecieran tener 300 años. Después de terminar una pintura, las horneaba entre 100 y 120 °C para endurecerlas y luego las enrollaba en un cilindro para aumentar las grietas. Finalmente lavaba las pinturas en tinta china para rellenar las grietas.18

La cena de Emaús, Obra de Caravaggio, en la que se basó Van Meegeren para realizar una de sus falsificaciones más famosas.

Le tomó seis años elaborar sus técnicas. Dos de las pinturas usadas en las pruebas eran "Vermeers". Van Meegeren no las vendió, y ambas están actualmente en el Rijksmuseum.

Después de un viaje a los Juegos Olímpicos de Berlín 1936, Van Meegeren pintó Los discípulos de Emaús, usando los colores azul marino y amarillo que usaban Vermeer y los pintores de la Época de Oro. Al saber que los expertos habían asumido que Vermeer había estudiado en Italia, Van Meegeren usó La cena de Emaús de Caravaggio, localizado en la Pinacoteca de Brera, como modelo para su próximo trabajo. Siempre había buscado seguir los pasos de los maestros, y sintió que con esta obra lo había logrado. Dio esta falsificación a su amigo el abogado C. A. Boon, diciéndole que era un Vermeer original, y le pidió que se lo mostrara al famoso experto , Dr. Abraham Bredius, quien vivía cerca de Mónaco. Bredius la examinó en septiembre de 1937,19 y a pesar de unas dudas iniciales la aceptó como un Vermeer genuino.

La pintura fue adquirida por la Rembrandt Society por 520.000 florines (alrededor de US$4.000.000 actuales) con la ayuda del magnate naviero Willem van der Vorm, y donado al Museo Boymans Van Beuningen de Róterdam. En 1938, la obra fue destacada en una exhibición especial en Museo de Róterdam junto a otras 450 obras maestras holandesas datadas entre el 1400 y el 1800.

En el verano de 1938, Han van Meegeren se mudó a Niza. Usando lo recaudado por la venta de Los discípulos de Emaús, compró una propiedad de 12 habitaciones en Les Arènes de Cimiez. En sus muros colgó varias obras de los maestros, esta vez genuinas. Aquí fueron realizadas dos de sus mejores falsificaciones, con la firma de Pieter de Hooch. Además pintó una Última Cena en el estilo de Vermeer.

En septiembre de 1939, con las amenazas de la Segunda Guerra Mundial, Van Megeeren volvió a Holanda. Se hospedó en un hotel de Ámsterdam por varios meses y en 1940 se mudó a la villa de Laren. Durante 1941 compendió sus diseños, los cuales se publicarían en 1942 como Han van Meegeren: Teekeningen I, un enorme y lujoso libro. Durante este tiempo también hizo varias falsificaciones, todas ella firmadas por Vermeer. El 18 de septiembre de 1943 se separó de su segunda esposa, Jo Oerlemans. Pero el divorcio fue realizado solo como una formalidad para transferir una gran parte de su capital a la cuenta de ella como salvaguarda contra las incertidumbres de la guerra.

En diciembre de 1943 se mudaron a Ámsterdam, dónde ocuparon una residencia en uno de los más exclusivos lugares de la ciudad. Sus falsificaciones le habían dado entre 5,5 y 7,5 millones de florines (aproximadamente US$25 a 30 millones actuales). Usaba su dinero para adquirir una gran cantidad de bienes raíces, joyas y obras de arte, además de mantener su lujoso estilo de vida. En una entrevista de 1946, afirmó tener 52 casas y 15 casas de campo en Laren, entre ellas hermosas mansiones a lo largo de los famosos canales de Ámsterdam.


Falsificaciones de Han Van Meegeren



La joven de la perla, de Johannes Vermeer, uno de los artistas más imitados por Han van Meegeren




La Lechera, tambien de Johannes Vermeer


Jugadoras de Cartas


Héctor Gerardo Villa Ardila

Comunicaciones de Radio Frecuencias (CRF)

El Robo de Obras de Arte


"¿Qué es el arte?" Ha sido desde siempre una de las preguntas más indescifrables de la historia. Pero lo que sí se sabe, y muy bien, es que el arte tiene un gran valor histórico y al mismo tiempo, una gran valuación en el mercado. Los robos de obras de arte son cada vez más comunes y generan una controversia mundial: ¿cuáles son los cuadros más codiciados y a dónde van a parar las piezas robadas?

Pablo Picasso lidera el ranking de los 55 artistas más codiciados por los ladrones, con 572 obras robadas, según la base de datos de The Art Loss Register, una compañía privada británica que cuenta con la base más importante de datos de obras robadas del mundo.

En la lista siguen Joan Miró, con 364 piezas sustraídas; Marc Chagall, con 317; Salvador Dalí, con 275, y Pierre-Auguste Renoir, con 169 obras que no se sabe adónde fueron a parar.

Muchos creen que las piezas están siendo disfrutadas colgadas en las paredes de la casa de algún afortunado, otros dejan esa idea romántica y aseguran que están guardadas en los rincones más profundos de algún sótano o bóveda. Es todo es un misterio.

"Con el aumento del valor de las obras de arte, se ha generado un crecimiento en los robos", dice Julian Radcliffe, director de The Art Loss Register. La primera duda que surge es por qué se roban obras millonarias y conocidas, si luego no pueden ser vendidas en el mercado de arte por su origen ilegal. "Existen varias opciones, la primera es que los criminales quizá quieran negociar una recompensa. Si esto ocurre, ellos deben revelar su identidad en cierto grado y llega a ser peligroso para sí mismos, por lo que sucede muy poco", responde el experto.

Otra posibilidad es que intenten poner la obra de vuelta en el mercado. "Pero si lo hacen abiertamente corren el riesgo de ser identificados, especialmente si se sabe que la obra está desaparecida. Sin embargo, es posible que esperen 20 años o más, el tiempo suficiente para que la gente haya olvidado el robo".

Una pintura puede llegar a venderse con un nombre falso hasta que un distribuidor la reconozca como un cuadro dormido. Es decir, que ha sido mal nombrado, voluntaria o involuntariamente, y que luego es descubierto como obra de un gran artista.

Otra experiencia revela que "algunas pinturas son compradas por manos privadas y quedan en la oscuridad por muchos años, hasta que alguien las descubre, por ejemplo, cuando una casa se pone en venta y en la limpieza aparece. Esto puede pasar después de 100 años", cuenta Radcliffe.

La lista incluye artistas de distintas épocas, como Albrecht Dürer con 215 obras robadas; Rembrandt, con 173; Andy Warhol, con 171, y Peter Paul Rubens, con 122 piezas.

Lejos de lo que la mayoría podría suponer, Edgar Degas aparece lejos de los primeros puestos: en el lugar número 15, con 78 obras sustraídas. Francisco de Goya ocupa el lugar 21, con 54 piezas; Paul Cézanne, en el 25, con 51 pinturas; Claude Monet, en el 29, con 39 obras; Vincent van Gogh, en el 31, con 36 piezas, y Paul Gauguin, en el puesto 47, con 24 obras hurtadas.

Cuando las piezas robadas son vendidas en el mercado negro, pasa a costar infinitamente menos que el valor real: "Por ejemplo, si una obra legítima en el mercado de arte cuesta 100.000 euros después de robada puede ser vendida en 2500 y luego, después de un tiempo, en 20.000, a quien pueda llegar a acceder mejor al mercado libre", explica Radcliffe.

La organización The Art Loss Register ( www.artloss.com ) funciona desde 1991 y permite registrar en la web cualquier pieza de arte, además de denunciar pérdidas o robos para comenzar su búsqueda. De las 2.000 obras que The Art Loss Register ha recuperado, se incluyen tres obras robadas del Museo Nacional de Bellas Artes de Buenos Aires en la Navidad de 1980: Recodo de un camino, de Cezánne; Retrato de mujer, de Renoir, y El llamado, de Gauguin, que pertenecían a la colección Santamarina y constituyen el robo de obras de arte más grande en la historia de Argentina. Las piezas regresaron al museo en 2005.

El paradero de las miles de obras perdidas quizá nunca sea develado, pero puede servir saber cuáles son los artistas más tentadores, para que quienes tengan uno, lo cuiden como oro. O aún más.



Obras de Arte Robadas


La Tormenta en el Mar de Galilea, de Rembrandt



Valor: 300 millones de dólares

Fecha y lugar en que fueron robadas: Marzo de 1990, Boston (Estados Unidos).

Su caracter único se debe a que es la única obra maestra de Rembrandt de temática marina.

En marzo de 1990, el Museo Isabella Stewart Gardner, ubicado en Boston (Estados Unidos), fue saqueado por dos ladrones de identidad desconocida, quienes, en una hora y media, robaron unas pinturas de gran valor, por un monto de 300 millones de dólares. Entre éstas figuran 12 obras que incluyen el Concierto del maestro holandés Johannes Vermeer y La Tormenta en el mar de Galilea de Rembrandt. Es el caso de robo de obras artísticas de mayor monto en la historia y todas las obras robadas carecían de seguro. Sin embargo, pese a los 5 millones de dólares de recompensa que ofrece la policía, 21 años después, el robo sigue sin haber sido resuelto.






El Grito de E. Munch

Valor: 97 millones de dólares

Fecha y lugar en que fueron robadas: Agosto de 2004, Oslo (Noruega)

Las pinturas robadas incluyen El Grito, obra clásica mundialmente famosa, y Madonna, ambas de Edvard Munch. Se trata del primer caso de robo de obras artísticas a punta de pistola en Noruega.

Se estima que el precio total de las dos pinturas es de 97 millones de dólares.



Virgen de la Rueca, Leonardo Da Vinci


Valor: 65 millones de dólares

Fecha y lugar en que fue robada: Agosto de 2003, Escocia

Según revelan los expertos, esta obra es una de las pocas pinturas auténticas ya confirmadas de Leonardo da Vinci, y goza de igual prestigio que la Mona Lisa. Por su gran valor comercial, los expertos creen que es poco probable que se venda. El principal temor es la posibilidad de que esta obra esté ya en manos de algún coleccionista sin escrúpulos.


Autorretrato, Rembrandt


Valor: 36 millones de dólares

Fecha y lugar en que fueron robadas: Diciembre de 2000, Estocolmo (Suecia)

Las tres pinturas robadas incluyen un precioso autorretrato del famoso pintor holandés Rembrandt y otras dos obras del pintor impresionista francés Auguste Renoir, del siglo XIX.


Congregación marchándose de la Iglesia Reformada de Neunen, Van Gogh


Valor: 30 millones de dólares

Fecha y lugar en que fueron robadas: Diciembre de 2002, Museo Van Gogh, Ámsterdam (Holanda).

En la madrugada del 7 de diciembre de 2003, dos ladrones entraron furtivamente en el Museo Van Gogh de Ámsterdam, Holanda, y robaron dos pinturas conocidas del artista holandés: Vista del Mar en Scheveningen y Congregación marchándose de la Iglesia Reformada de Nuenen. A día de hoy, aún no se sabe su paradero.


San Francisco, San Lorenzo y el Nacimiento de Jesús, de Caravaggio


Valor: 20 millones de dólares

Fecha y lugar en que fue robada: Octubre de 1969, en una iglesia de Italia.

En octubre de 1969, dos ladrones entraron en una iglesia de Palermo, Italia, y robaron las pinturas San Francisco, San Lorenzo y el Nacimiento de Jesús, del maestro del claroscuro Caravaggio. Para facilitar el robo, ellos sacaron la pintura desde el marco con cuchillo. Sobre la obra no se conoce nada más en los 30 años posteriores a su desaparición, sin embargo, las novedades relativas a este caso no cesan nunca.




Auvers-Sur-Oise, de Cézanne


Valor: 3 millones de dólares

Fecha y lugar en que fue robada: Diciembre de 1999, Oxford Bridge (Reino Unido)

El 31 de diciembre de 1999, cuando los ingleses estaban celebrando la llegada del nuevo siglo lanzando fuegos artificiales, un ladrón entró en el Ashmolean Museum de Oxford, Reino Unido, y robó la pintura Auvers-sur-Oise, de Cézanne. La policía indicó que el ladrón había entrado en el museo a través de una claraboya.

Lo extraño está en que otras pinturas colocadas cerca de aquélla, igual o incluso más valiosas que la de Cézanne, no fueron robadas, de lo que se deduce que el ladón tenía un objetivo fijado. Según la policía, podría tratarse de un robo por encargo de un coleccionista.


Héctor Gerardo Villa Ardila

Comunicaciones de Radio Frecuencia (CRF)

Armando Reveron





Nació en Caracas el 10 de mayo de 1889. Está considerado el mayor artista plástico venezolano del siglo xx. Vivió su infancia y parte de su juventud en Valencia. En 1908 se inscribió en la Academia de Bellas Artes de Caracas. Abandonó los estudios y regresó a Valencia al ocurrir la huelga de 1909, que paralizó esta institución, a la que se reintegró una vez pasada la crisis. Se diplomó en pintura en 1911, año en que partió a Barcelona, España. En esta ciudad estudió en la Escuela de La Lonja pero, descontento con el nivel de los estudios, se trasladó a Madrid, donde se inscribió en la Academia de San Femandó. Tras una corta estadía de seis meses en París, regresó a Venezuela en 1915. Instalado en Caracas, desarrolló una intensa actividad pictórica a partir de 1918, bajo el influjo de Nicolás Ferdinandov (Época Azul). La exploración visual de los efectos de la intensa luz del trópico lo llevó, a partir de 1921, a emprender la parte de su obra conocida como la Época Blanca. Se instaló en el litoral, en El Castillete de La Guaíra, alejado de los círculos artísticos caraqueños. En la década de 1930 su paleta se concentró en los ocres y sepias (Época Sepia), y desde 1937 incorporó objetos a su obra (Serie de Las Muñecas) y materiales diversos (musgo, óxido de hierro). Durante toda su vida sufrió ataques psicóticos, algunos de los cuales requirieron su internamiento, que fueron mermando su capacidad de trabajo. Murió en Macuto, Distrito Federal, el 18 de septiembre de 1954.


Período Azul

Lo inicia 1920 su obra va estar caracterizada por una inmersión en una atmósfera sensual y misteriosa, está dominada por el azul profundo de su paleta y una factura espesa. Se trata de paisajes, retratos de Juanita y majas: El bosque de la Manguita, Juanita, La Cueva. A partir de entonces se definen las dos líneas temáticas que cultivará hasta la muerte: el paisaje (pintado al aire libre) y el sexo. El momento decisivo de su carrera se produce en 1921 con su traslado y asentamiento en Macuto, pueblo costero, donde construye su 'castillete', y vive hasta poco antes de morir en compañía de Juanita. Entre 1922 y 1924 se dedica preferentemente a la construcción del 'Castillete' hoy Museo Armando Reverón.


Período Blanco


Lo inicia alrededor de 1924 al abandonar el impresionismo, adquiriendo gran importancia el color blanco, que utiliza en composiciones de corte abstracto (El Paisaje blanco, 1934). La obra que marca el paso del periodo azul al blanco, que se extiende hasta 1934, es Fiesta en Caraballeda de 1924, donde utiliza como soporte tela de coleto, también incorpora a la obra elementos concoides, rocas, cocoteros, como referencias estructurales y figurativas en una atmósfera casi abstracta.


Período Sepia


Inicia en 1933 y se caracteriza porque empieza a pintar sobre papel con un estilo gestualista, que constituye una etapa de transición al periodo sepia, que se inicia en 1936. Pinta entonces obras de gran formato que escenifican varias figuras desnudas en un interior (La maja criolla, 1939) al tiempo que su producción se torna dramática con acentos expresionistas. Sustituye sus modelos, salvo Juanita, por muñecas de trapo fabricadas por él mismo (Serafina). Salvo el paréntesis de 1940-1945 en que pinta del natural paisajes portuarios con la frescura de los primeros años (El puerto de La Guaira, 1941), su obra es cada vez más introvertida y simbólica, al igual que su vida, cada vez más solitaria y ajena a la realidad; sus pinturas están bañadas por la luminosidad del sol y el resplandor de las estrellas bajo la noche tropical (Amanecer en el Caribe, 1944). En 1945 es internado por primera vez en un psiquiátrico, aumentan los desnudos y autorretratos (Desnudo acostado, 1947) y a partir de 1949 se observa una menor producción pictórica, a la vez que se centra en la técnica del dibujo, que se convertirá a partir de 1950 en la única utilizada; ya que uso su propio excremento para lograr tonos sepia en algunas pinturas.


Algunas Obras de Armando Reveron


  • Paisaje. Oleo sobre tela, 35 1/16" x 38 3/16" (89 x 97 cm, año 1922.


  • La Cueva. Oleo sobre tela, 40x61 1/8" (101.6 x 155.3 cm, año 1920.



  • Armando Reverón Cruz de mayo, hacia 1948 Pintura al agua, grafito y carboncillo sobre papel.



  • Uveros, Óleo sobre tela 53 x 64 cm, año 1942



  • Mujer con Mantilla. Temple y gouache sobre papel, 104,5 x 144 cm, año 1933


  • Muñeca, Tela, pintura, fibras vegetales (pabilo y algodón), alambre, semillas y papel 161 x 72 x 24,5 cm



Héctor Gerardo Villa Ardila

Comunicaciones de Radio Frecuencia (CRF)

Fernando Botero




Pintor, dibujante y escultor colombiano, en el que la monumentalidad, el humor, la ironía y la ingenuidad se combinan con un admirable dominio del oficio y gran talento. Nacido en Medellín en 1932, inicia su actividad artística en 1948 como ilustrador del periódico El Colombiano, al tiempo que participa en su primera exposición conjunta —Exposición de Pintores Antioqueños— Medellín 1948. Tres años más tarde se traslada a Bogotá y celebra su primera exposición individual (Mujer llorando, 1949). En 1952 viaja a España y sigue estudios en la Academia de San Fernando de Madrid, al tiempo que asiste al Museo del Prado donde estudia y copia la obra de Diego Velázquez y Francisco de Goya. Entre 1953 y 1955 viaja a Francia, Italia y estudia en Florencia pintura al fresco, tras su regreso en 1955, permanece un año en Bogotá (donde su obra no tuvo buena acogida), otro año en México (conoce a Rufino Tamayo y José Luis Cuevas) y en 1957 visita Estados Unidos. Allí celebra su primera exposición individual en la Pan-American Union de Washington. A los 26 años es nombrado profesor de pintura en la Escuela de Bellas Artes de la Universidad Nacional de Bogotá, en 1960 se instala en Nueva York y en 1973 fija su residencia definitivamente en París. En principio sus obras revelan cierta admiración por el muralismo mexicano y la pintura del renacimiento italiano (Partida, 1954), pero más tarde estas influencias van desapareciendo en favor de un personalísimo estilo, en el que las figuras engordan y se deforman hasta cubrir en buena parte el lienzo (Prelado, 1959), los cuadros de esos años denotan la influencia del surrealismo. La historia del arte (Autorretrato con Luis XIV visto por Rigaud, 1973), la vida burguesa (Escena familiar, 1969), la cultura colombiana (Baile en Colombia, 1980) y los personajes históricos (Luis XIV y María Antonieta en visita a Medellín, Colombia, 1990) constituyen a lo largo de su carrera las principales fuentes de inspiración, de una dilatada y variada producción en la que abundan paisajes, retratos y escenas costumbristas. Sus primeras pinturas muestran una pincelada suelta y concreta, pero poco a poco ésta se empasta, al tiempo que las perspectivas y las figuras se hacen arbitrarias en función de la importancia que tengan en la representación. Óleo, acuarela, pastel, sanguina o lápiz son manejados con gran destreza a lo largo de su obra. Botero emplea la gordura como base de una cariñosa burla para comentar ciertos aspectos de la vida (La alcoba nupcial, 1958). A partir de 1960, lleva a cabo entre su variada temática una serie de obras en las que parece rendir tributo a los grandes maestros de la pintura universal como Mona Lisa a los doce años (1959), Rubens con su esposa (1965) o Autorretrato según Velázquez (1986). Su afición por los toros le lleva en la década de 1980 a dedicarse casi en exclusiva a este tema (La pica, 1984, El quite, 1988). La misma voluptuosidad e ingenuidad que caracteriza su pintura, se encuentra en la escultura cuya producción se inicia en París en 1973, se trata en su mayor parte de figuras y animales de tamaños grandiosos y desproporcionados de gran singularidad (Venus, 1977, Perro, 1981, Soldado romano, 1986, Mujer a caballo, 1991), realizados en bronce, mármol y resina fundida. En 1992 Montecarlo y los Campos Elíseos de París acogieron una Exposición de Escultura Monumental, y el Gran Palais (París) otra sobre toros, La Corrida. El tratamiento exagerado en sus proporciones de la figura humana es hoy una de las características inconfundibles de su obra, que ha sufrido pocas variaciones desde sus comienzos. En la actualidad vive entre París, Nueva York y Bogotá


Donaciones de Botero


  • En 1976, primera donación de Botero al Museo de Antioquia, siete óleos, un pastel y dos acuarelas.

  • A principios de los años 1980, donó al Museo de Antioquia 6 óleos.

  • En 1984 donó al Museo de Antioquia 16 esculturas y 18 pinturas a la Biblioteca Nacional de Colombia en Bogotá.

  • En 1992 donó a la ciudad de Santiago de Chile la escultura de un caballo, la que fue ubicada frente al Museo de Arte Contemporáneo en el Parque Forestal.

  • En 1998 Botero donó 123 obras de su autoría y 87 de artistas internacionales al Museo Botero en Bogotá.

  • En 2000 el Museo de Antioquia recibió por parte del maestro una donación de 114 pinturas (óleos, acuarelas y dibujos) del maestro, 23 esculturas que hoy componen la Plaza Botero y 21 obras de artistas internacionales de su colección personal.

  • En 2004, hizo dos nuevas donaciones: una al Museo de Antioquia, el cual contiene la colección más grande de la obra pictórica y escultórica de Botero; y otra al Museo Nacional de Colombia, consistente en una gran parte de la serie sobre la violencia en Colombia.

  • Después de las donaciones, los precios por la obras de Botero se han incrementado y tanto su cotización como indicadores de "no–venta" son positivos. El índice de "no-venta" es el que muestra la facilidad con que se vende un cuadro que sale a la venta en una subasta, en el caso de Botero, después de las donaciones, este indicador ha disminuido notablemente, es decir que la "liquidez" de su obra en términos monetarios es alta.


Pinturas de Botero


  • Mona Lisa a los 12 años.
  • La serie de los Músicos.
  • La serie de critica humanista Abu Ghraib.
  • La Carta.
  • Carro Bomba.
  • El Pueblo.
  • Celestina.
  • Concierto campestre.
  • Mujer fumando.
  • Autorretrato.
  • Naturaleza muerta con helado.
  • Homenaje a de La Tour.
  • Guerrilla de Eliseo Velásquez.
  • Caminando cerca al río.
  • Masacre en Colombia.
  • La Alacena.
  • Masacre de mejor esquina.
  • Jugadores de cartas.
  • Matanza.
  • Paramilitares.
  • La familia.
  • Feliz cumpleaños.
  • La Playa.
  • Los Amantes.
  • Los Viudos
  • Dia de la Independencia.
Algunas Pinturas de Botero (Imagenes)














Héctor Gerardo Villa Ardila

Comunicaciones de Radio Frecuencias (CRF)

Frida Kahlo




Frida Kahlo nació Magdalena Carmen Frida Kahlo y Calderón en Coyoacán, México, el 6 de Julio de 1907. Frida era una de las cuatro hijas de un padre judío-húngaro y una madre de ascendencia indígena-mexicana. Originalmente no planeaba el convertirse en una artista. Una superviviente de polio, empezó un programa de pre-medicina en la ciudad de México. A la edad de 18, sufrió graves heridas en un accidente de autobús. Paso alrededor de un año en la cama, recuperándose de roturas en su columna vertebral, hombros y costillas, una pelvis astillada y danos en el pie. Sufrió más de 30 operaciones a lo largo de su vida y durante su convalecencia empezó a pintar. Sus pinturas, principalmente autorretratos y naturalezas muertas, eran deliberadamente ingenuas y llenas de colores y formas inspiradas en arte folklórico mexicano. Cuando tenía 22 años, se casó con el muralista mexicano Diego Rivera, 20 años mayor que ella. Esta relación tormentosa y apasionada sobrevivió infidelidades, la presión de sus carreras, el divorcio, una segunda boda, los asuntos amorosos lésbicos de Frida, su mala salud y su incapacidad de tener niños. Frida una vez dijo: "Sufrí dos graves accidentes en mi vida….Uno en el cual un tranvía me arrolló y el segundo fue Diego". El accidente de tranvía la dejó invalida físicamente y Rivera la dejó invalida emocionalmente.

Durante su vida, Frida creó unas 200 pinturas, dibujos y esbozos relacionados con las experiencias de su vida, dolor físico y emocional y su turbulenta relación con Diego. Ella pintó 143 pinturas, 55 de las cuales son autorretratos. Cuando le preguntaban porque pintaba tantos autorretratos, Frida contestaba: "Porque estoy sola tan a menudo, porque soy la persona que conozco mejor".

En 1953, cuando Frida exhibió en solitario por primera vez en México (la única que celebró en su país natal durante toda su vida), un crítico local escribió:

"es imposible el separar la vida y el trabajo de esta persona extraordinaria. Sus cuadros son su biografía".

Esta observación sirve para explicar porque su trabajo es diferente del de sus contemporáneos. Cuando se inauguró su exposición, la salud de Frida era tan mala que su medico le dio que no se levantara de la cama. Frida insistió en asistir a la inauguración y, en el puro estilo de Frida, así lo hizo. Llego en una ambulancia y su cama en la parte trasera de un camión. La colocaron en su cama y cuatro hombres la cargaron y llevaron hacia los huéspedes que esperaban.

Ambos, Frida y Diego eran muy activos en el Partido Comunista en México. A principios de Julio de 1954, Frida hizo su ultima aparición pública, cuando participó en una manifestación comunista. Poco después, el 13 de Julio de 1954, a la edad de 47 años, Frida falleció.

Una vez, cuando le preguntaron sus disposiciones funerarias, Frida replicó: "Quemar mi cuerpo…No quiero ser enterrada. He pasado mucho tiempo acostada. ¡Simplemente quemarlo!"

El día después de su muerte, amigos y familiares se concentraron en el crematorio para asistir a la cremación de la artista más grande y más original de México. A punto de convertirse en un icono internacional, Frida supo como dar a sus fans un último adiós inolvidable. Mientras el llanto de sus admiradores llenaba la habitación, un súbito golpe de calor viniendo de las puertas abiertas del incinerador, causaron que su cuerpo se sentara. Su pelo, ahora en llamas, resplandecía alrededor de su cabeza como un halo. Los labios de Frida parecieron esbozar una seductora sonrisa mientras las puertas se cerraban. La ultima entrada de su diario reza :"Espero alegre la salida y espero no volver jamás - Frida ".

Sus cenizas fueron colocadas en una urna pre-columbina, la cual se exhibe en la Casa Azul que compartió con Rivera. Un año después de su muerte, Rivera regaló la casa al gobierno mexicano para que se convirtiera en un museo. Diego Rivera murió en 1957. El 12 de Julio de 1958, la Casa Azul se abrió oficialmente como el Museo Frida Kahlo.

Frida ha sido descrita como "...una de las grandes divas de la historia...una bebedora de tequila, fumadora y narradora de chistes subidos de tono, bisexual que cojeaba por su barrio bohemio vestida com fastuosos vestidos indígenas y daba festivas cenas para gente como Leon Trotsky, el poeta Pablo Neruda, Nelson Rockefeller y su marido intermitente, el muralista Diego Rivera. " Hoy, más de medio siglo después de su muerte, se paga más dinero por sus cuadros que por los de cualquier otra artista femenina. Una visita al Museo Frida Kahlo es dar un paso atrás en el tiempo. Todos sus efectos personales se muestran por toda la casa y todo parece estar tal y como ella lo dejó Uno tiene la sensación de que ella todavia vive allá y ha salido brevemente para permitirte el visitar su santuario privado. Ella ahora ya se ha ido, pero su legado vivirá para siempre...


Algunas Obras de Frida Kahlo


  • Allá cuelga mi vestido, año 1933




  • Autorretrato en traje de terciolpelo, año 1926



  • Dos desnudos en un bosque, año 1939



  • Diego y yo, año 1949


  • Las dos Fridas



Héctor Gerardo Villa Ardila

Comunicaciones de Radio Frecuencia (CRF)

Salvador Dalí


Eugenio Salvador Dalí fue un pintor español que nació en Figueres, provincia de Girona, el 11 de mayo de 1904. Se crió en una familia burguesa del Ampurdán donde, su padre Salvador Dalí Cusí, era notario de profesión.

A los diez años ya dibujaba y pintaba con mucha regularidad, sobre todo retratos de miembros de su familia y paisajes. Parece que ya en 1916 había conocido el Impresionismo y el Divisionismo a través de la colección de poesía del pintor Ramón Pichot (ambas familias, los Dalí y los Pichot, mantenían fuertes lazos de amistad).

Como si se tratara de un juego, Dalí ha explorado todas las corrientes de moda: impresionismo, puntillismo, futurismo, cubismo y neocubismo o fauvismo rindiendo homenaje, con gran maestría, a grandes pintores como Picasso o Matisse. Sin embargo, él niega esta influencia.

Eugenio Salvador Dalí siempre dijo que su pintura no es otra cosa que "fotografías a color, pintadas a mano, de imágenes superfinas y extrapictóricas de la irracionalidad concreta". Todo un genio de la pintura al que se le ha dedicado todo un año (2004) para profundizar más en su obra, sus recuerdos y su figura en el ámbito de la pintura surrealista.


Surrealismo: el estilo de Dalí


El surrealismo surgió del movimiento llamado Dadá y empieza a darse a conocer en 1924 en París. Allí, el escritor francés André Breton publica el Primer Manifiesto del Surrealismo y define el nuevo movimiento como "automatismo psíquico puro a través del cual nos proponemos expresar, ya sea verbalmente o por escrito, o de cualquier otro modo, el funcionamiento real del pensamiento".

Cuando surgió era un movimiento de y para escritores, pero de inmediato se extendió a la pintura y la escultura. Pronto se distinguieron dos modos de hacer arte surrealista. De una parte, los pintores que seguían defendiendo el automatismo como mecanismo libre de la intervención de la razón; entre los más destacados están Joan Miró y André Masson. De otra, cada vez adquirió más fuerza la opinión de quienes creían que la figuración naturalista podía ser un recurso igual de válido. Sin duda, Salvador Dalí llevaría al límite el poder rupturista de la figuración, pero también cabría mencionar a René Magritte, Paul Delvaux o Yves Tanguy, éste último más interesado en las formas viscosas, líquidas.

El arte surrealista investigó nuevas técnicas, como el frottage, la decalcomanía, el grattage, el cadáver exquisito o la pintura automática. También se interesó el surrealismo por la expresión de colectivos a los que apenas se había prestado atención en el pasado. Como consecuencia del surrealismo y la abstracción, la pintura contemporánea norteamericana lideró a partir de 1945 el arte mundial.

Salvador Dalí se asoció en 1930, pero después sería relegado por la mayoría de los artistas surrealistas, acusado de estar más interesado en la comercialización de su arte que en las ideas del movimiento. A pesar de ello, durante cierto tiempo fue el artista más renombrado del grupo. Su obra personal constituye una de las muestras más representativas del surrealismo.

La pintura surrealista es muy variada en contenidos y técnicas. Dalí, por ejemplo, transcribe sus sueños de una manera más o menos fotográfica, inspirándose en la primera etapa de la pintura de De Chirico.


Algunas de sus obras más famosas


A continuación un listado de las obras más conocidas de Dalí y su ubicación.


  • Naturaleza Muerta (1924, colección particular, Madrid)

  • Retrato de su hermana (1925, colección particular)

  • Retrato de su padre (1925, Museo de Arte Moderno, Barcelona). El respetable notario de Figueras, en toda su dignidad, situado por Dalí ante su paisaje preferido.

  • Cesta de pan (1926, Florida). Un ejemplo notable de la manera en que Dalí consigue conferir una dimensión épica a los elementos cotidianos. Las imágenes del pan ocupan un lugar considerable en la obra de Dalí.

  • El gran masturbador (1929, colección particular). Testimonio del primer encuentro con Gala y del estado en que dejó a Dalí, es decir, entre lo blando y lo duro.

  • Senicitas (1928, Centro de Arte Reina Sofia de Madrid)

  • Retrato de Paul Éluard (1929, colección particular). Cuando Dalí comienza este retrato, Gala todavía es esposa de Paul Éluard. Cuando lo termina ya no lo es.

  • Persistencia de la memoria (1931, Museum of Modern Art, Nueva York). Los famosos relojes blandos, nacidos del sueño de un camenbert derritiéndose.

  • La jirafa ardiente (1935)

  • Presagio de la guerra civil (1936). Los cajones se abren también sobre los resabios de una cocina horrible: la guerra.

  • Canibalismo otoñal (1936)

  • Evocación de Lenin (1937)

  • Metamorfosis de Narciso (1937, Tate Gallery, Londres). Dalí mostró este lienzo a Sigmund Freíd en su único encuentro, en Londres en julio de 1938, para probarle que era uno de sus mejores discípulos.

  • La madona de Porlligat (1945, Universidad de Winsconsin)

  • Equilibrio interactivo de una pluma de cisne (1946, colección particular)

  • Las tentaciones de San Antonio (1947). Dalí se esfuerza por abandonar la tierra para alcanzar las esferas celestes. Esta dimensión intermediaria entre el cielo y la tierra está figurada por sus elefantes "de patas arácneas".

  • Leda atómica (1949, Museo Dalí, Figueras). Dalí continua la saga terrestre de la pareja Salvador-Gala llamándolo "el lienzo clave de nuestra vida"









Héctor Gerardo Villa Ardila

Comunicaciones de Radio Frecuencia (CRF)