miércoles, 4 de mayo de 2011

La Pintura Rupestre




Se conoce como arte rupestre a los rastros de actividad humana o imágenes que han sido grabadas o pintadas sobre superficies rocosas.

En su paso por el mundo, el hombre ha dejado plasmadas en cuevas, piedras y paredes rocosas, innumerables representaciones de animales, plantas u objetos; escenas de la vida cotidiana, signos y figuraciones geométricas, etc., obras consideradas entre las más antiguas manifestaciones de su destreza y pensamiento. Antes del desarrollo de la escritura, las sociedades humanas posiblemente registraban ya, mediante la pintura y el grabado en roca, una gran parte de sus vivencias, pensamientos y creencias.

Expresadas de una manera muy sintética, estas manifestaciones son el reflejo de la capacidad intelectual de la humanidad para abstraer y representar su realidad.



Su denominación como "arte" no significa que se trate de objetos artísticos en los términos y con las finalidades con que hoy los entendemos desde nuestra cultura occidental. ésta es sólo una más de las formas como se ha intentado definir su significado. Lo "rupestre" hace referencia al soporte en que se encuentra (del latín rupe: roca). Quizás sea más indicado el término manifestaciones rupestres, pues la palabra "arte" implica darle un sentido que no necesariamente coincide con el que le dieron sus ejecutores.

Se trata de una de las manifestaciones artísticas más antiguas de las que se tiene constancia, ya que, al menos, existen testimonios datados hasta los 40.000 años de antigüedad, es decir, durante la última glaciación. Por otra parte, aunque la pintura rupestre es esencialmente una expresión espiritual primitiva, ésta se puede ubicar en casi todas las épocas de la historia del ser humano y en todos los continentes exceptuando la Antártida. Las más antiguas manifestaciones y las de mayor relevancia se encuentran en España y Francia. Se corresponden con el periodo de transición del Paleolítico al Neolítico. Del primero de los periodos citados son las extraordinarias pinturas de la Cueva de Altamira, situadas en Santillana del Mar, Cantabria (España).


Temática, colores y técnicas sobresalientes



En las pinturas rupestres del Paleolítico se simbolizan animales y líneas. En el Neolítico se representaban animales, seres humanos, el medio ambiente y manos, representando además el comportamiento habitual de las colectividades y su interacción con las criaturas del entorno y sus deidades. Entre las principales figuras presentes en estos grafos encontramos imágenes de bisontes, caballos, mamuts, ciervos y renos, aunque las marcas de manos también ocupan un porcentaje importante. Frecuentemente se muestran animales heridos con flechas. Los motivos y los materiales con que fueron elaboradas las distintas pinturas rupestres son muy similares entre sí, a pesar de los miles de kilómetros de distancia y miles de años en el tiempo. Todos los grupos humanos que dependían de la caza y recolección de frutos efectuaron este tipo de trabajo pictórico.

En la pintura rupestre generalmente se usaban uno o dos colores, incluyendo algunos negros, rojos, amarillos y ocres. Los colores también llamados pigmentos eran de origen vegetal como el carbón vegetal, de fluidos y desechos corporales como las heces, compuestos minerales como la hematita, la arcilla y el óxido de manganeso, mezclados con un aglutinante orgánico resina o grasa.

Las cuevas se ubican totalmente bajo el suelo y en consecuencia se hallan en una oscuridad casi completa. Se cree que los antiguos artistas se auxiliaban con unas pequeñas lámparas de piedra llenas de grasa animal.

Los colores se untaban directamente con los dedos, aunque también se podía escupir la pintura sobre la roca, o se soplaban con una caña hueca finas líneas de pintura. En ocasiones los pigmentos en polvo se restregaban directamente en la pared y asimismo se los podía mezclar con algún aglutinante y aplicar con cañas o con pinceles rudimentarios. Como lápices se usaban ramas quemadas y bolas de colorante mineral aglutinadas con resina. A veces se aprovechaban desniveles y hendiduras de la pared para dar la sensación de volumen y realismo.

A menudo las siluetas animales se marcaban o raspaban para generar incisiones y así producir un contorno realista y notorio en la roca.

La edad de las pinturas permanece en muchos sitios arqueológicos como un gran interrogante, ya que los métodos para determinarla, como el del Carbono-14, pueden fácilmente llevar a resultados erróneos por la contaminación del material evaluado, y también porque las cavernas y superficies rocosas presentan protuberancias en las que se alojan residuos de suciedad provenientes de diversas épocas. Para determinar la fecha de su creación se recurre a técnicas más convencionales como fechar imágenes por el tema representado. Por ejemplo el reno dibujado en la gruta española de las Cueva de las Monedas, cuyo origen estimado corresponde a la última glaciación. Los yacimientos de pinturas rupestres se dan con mayor frecuencia entre Francia y España, porque en estas zonas el hombre encontró un lugar más propicio para sobrevivir a los cambios ambientales y al crecimiento demográfico.


Características


La pintura rupestre suele aparecer en el interior de cuevas que, por los restos hallados, parecen no haber sido utilizadas para otro fin. Es decir, una especie de santuarios o lugares solo usados para pintar, de ahí que se defienda su carácter de pintura con fines mágico-religiosos. El tema representado es la fauna de la época, fauna existente en la zona previamente a las glaciaciones, como bisontes, caballos, ciervos y renos. Nunca aparece la figura humana, con la excepción de algunas siluetas de manos. Es una pintura naturalista porque trata de representar las figuras con un dibujo fiel y una policromía adecuada (negros, rojos, ocres...); con frecuencia se aprovechan los abombamientos de las paredes rocosas para pintar en ellos y dotar de relieve a las figuras, que aparecen yuxtapuestas, una al lado de otras, incluso encima de otras, sin formar escenas.


Teorías e interpretaciones

Henri Breuil interpretó las pinturas como magia para la cacería, destinada a aumentar el número de animales.

Una teoría alternativa, desarrollada por David Lewis-Williams y en base a los estudios etnográficos de las sociedades actuales de cazadores-recolectores, es que las pinturas fueron hechas por los chamanes del Paleolítico. El chamán se retiraba a la oscuridad de las cuevas, entraba en un estado de trance y luego pintaba las imágenes de sus visiones, tal vez con alguna noción de extraer energía de las paredes de la cueva ellos mismos.

R. Dale Guthrie ha estudiado no sólo las pinturas más artísticas y publicitadas, sino también una variedad de arte y figuras de baja calidad, e identificó una amplia gama de habilidades y edades entre los artistas. También señala que los principales temas en las pinturas y otros artefactos (bestias poderosas, las escenas del riesgo de la caza y la representación de las mujeres en las figuras de Venus), son de esperarse en las fantasías de los varones adolescentes, quienes conformaron una gran parte de la población humana en ese momento. Sin embargo, el análisis de las impresiones de manos en las cuevas francesas y españolas, Dean Snow, de la Universidad Estatal de Pensilvania ha propuesto que una parte de ellos, incluidos aquellos de los caballos manchados de Pech Merle, fueron hechos por manos de mujeres.



Héctor Gerardo Villa Ardila

Comunicaciones de Radio Frecuencias (CRF)

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